Un portavoz de esta agencia, Roberto Mérida,, ha explicado que apenas unas horas después del inicio de la erupción, en la noche del sábado, ya comenzó a observarse un "descenso sostenido" en los principales parámetros de seguimiento, incluidos los sísmicos.
Así, ha explicado en redes sociales que ya no hay descenso alguno de flujos piroplásticos, si bien ha instado a las comunidades cercanas a las faldas del volcán a seguir "atentos" a la posible caída de cenizas. Mérida ha afirmado que esta recomendación se mantendrá durante días.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) de Guatemala ha apuntado también en un comunicado el riesgo de avalanchas por los remanentes de flujo de lava, con riesgo principalmente para las barracas Ceniza y Las Lajas.
En junio de 2018, una potente erupción provocó una avalancha que arrasó la comunidad de San Miguel Los Lotes y parte de una carretera en el poblado vecino de Alotenango, dejando 215 muertos y cientos de desaparecidos.